viernes, 13 de abril de 2012

Como llegar mas alla del liderazgo

Si quieres realizar cambios importantes dentro de tu gestion laboral, y convertirte en un profesional de la inspiración para que tu equipo de trabajo te vea como un líder, necesitas conocer algunos secretillos acerca de cómo ponerlo en práctica.
- Debes considerar poner en marcha una cultura apreciativa, para que el resultado final de tu trabajo como líder sea fomentar el valor de la empresa.
- Tu equipo de trabajo es fundamental para desarrollarte como líder, ellos son los que cumplirán los objetivos que te has propuesto.
- Cuida tu comportamiento cuando la gente no te está mirando, porque nunca sabrás si alguien puede verte y darás una mala impresión a ellos.
- El sentimiento de poder es lo que te impulsa para tomar ciertas decisiones, pero recuerda que no debes abusar de tu posición, el liderazgo no se debe asociar al autoritarismo. Ten presente que tu equipo de trabajo es el eje fundamental, se amable y reconoce su trabajo.
- Fomenta las buenas relaciones entre los miembros de tu equipo, esto evitará las controversias y competencia desleal entre ellos. En caso de que se susciten conflictos, la mejor solución es utilizar la negociación.
- Busca la diversión, es un buen síntoma de que el trabajo se está realizando correctamente. Cuando las personas disfrutan de lo que están haciendo, el ambiente se convierte en un lugar alegre, hay buena energía y todo va en su buen camino.
- Brinda a tus empleados talleres para su crecimiento laboral. Se sentirán más a gusto trabajando en un lugar donde ellos son importantes en el crecimiento tanto personal como profesional, porque el conocimiento adquirido, será aplicado en tu empresa.
- Crea en ti y en tu equipo, objetivos a corto, mediano y largo plazo.
- Eres un líder que debe poseer su propia identidad como profesional. Siéntete cómodo en tu puesto, si no ocurre esto, observa que es lo que te molesta para ser modificado.
- Alégrate del éxito de tu equipo. Eres el que los dirigió hacia la cima de sus objetivos.
- Tómate tu tiempo para conocer a cada uno de los integrantes de tu equipo. No solo recuerda sus nombres y apellidos, sino observa cuál es su carácter, habilidades, potencial, su fuerza y sus debilidades. No dejes que se sientan como un simple número, ellos son personas que tienen sueños, y tú eres el indicado para que también los cumplan. Acuérdate que no eres el centro del universo, sino un líder que sabe responder a las necesidades de su grupo.
- Actualízate todo el tiempo, el aprendizaje es la mejor herramienta con la que cuentas para que, cuando debas realizar algún cambio o aplicar modificaciones, estén basadas en tu real conocimiento.
- Busca las oportunidades. Nunca sabes cuando estas delante de una gran oportunidad, esto puede cambiar el rumbo de tu vida y la de tu equipo. Ten la mente abierta hacia nuevas sugerencias de tu equipo.
- Los líderes necesitan ser entendidos cuando se expresan, pero para lograrlo, deben establecer una buena comunicación con su gente. Si esta se rompe o nunca existió, te convertirás en un líder incomprendido, provocándote gran frustración porque tu finalidad no será cumplida.
- Ten tu mente abierta a las preguntas que te puedan realizar tu equipo, no solo estas para dar órdenes o mejor aún, dar sugerencias, sino que cuando ellos no saben o no entienden tus directrices, acéptalas, por ejemplo: ¿Qué necesitas que realice? ¿Cómo puedo ayudar para que el trabajo sea mejor y más eficaz? ¿Qué debo hacer?
- Establece una relación de respeto. No solo hacia ti, sino que el respeto sea mutuo. Es importante que ambas partes se sientan respetadas para poder crear un ambiente agradable.
- Se paciente pero mantiene una actitud perseverante. Este rasgo es importante para que, a pesar de las dificultades, sigas adelante con los objetivos y tu equipo sienta que tu estas ahí para elegir la mejor opción.
- Escucha a tu equipo cuando consideran que tiene una idea nueva que puede funcionar en pos de los objetivos, ellos al estar conectados con el proyecto diariamente, pueden apreciar nuevas técnicas.
- Estimula el respeto por los valores tanto personales como profesionales. Es importante que todos compartan o respeten los valores de los demás.
- Marca el camino de tu equipo, no te quedes con la simple actitud de ser un líder aburrido. Deja una huella en tu equipo, que cada uno de ellos te vea como un ser especial que le aporta valor agregado a sus vidas.

fuente: http://www.gestiopolis.com

Cuento para pensar: Parábola de la rana hervida


La mala adaptación a amenazas crecientes para la supervivencia aparece con tanta frecuencia en los estudios sistémicos de los fracasos empresariales que ha dado nacimiento a la parábola de la ‘rana hervida’.

"Si ponemos una rana en una olla de agua hirviente, inmediatamente intenta salir. Pero si ponemos la rana en agua a la temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados, la rana no hace nada, e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de la olla.
Aunque nada se lo impide, la rana se queda allí y se cocina. ¿Por qué? Porque su aparato interno para detectar amenazas a la supervivencia está preparado para cambios repentinos en el medio ambiente, no para cambios lentos y graduales."


Esta es la muerte de muchas compañías que no son capaces de encontrar ese punto de disparo para el cambio. Si se espera demasiado tiempo, los recursos pueden haberse agotado, y de la misma manera que le ocurre a la rana del cuento, no encontrará la energía necesaria para saltar.
Para ser capaces de cambiar a tiempo es necesario ser conscientes de las tres etapas del cambio:
  • Liberación. Es la parte que consume la mayor cantidad de energía. Hay que acumular la energía necesaria para “salir de la atmósfera” del día a día y vencer su “energía gravitacional”. Consiste en hacer que los individuos y la organización estén preparados para el cambio. Darse cuenta de que estamos sobre una plataforma ardiendo, y hay que saltar para sobrevivir. Si es obvio que está ardiendo, sólo hay que ponerlo de manifiesto. Si no lo está todavía, hay que “prenderla fuego”, es decir, hay que construir los argumentos por los cuales el cambio es la única opción. Las tareas del líder en esta fase son estas tres:
    1. Desarrollar un conjunto de argumentos para el cambio.
    2. Desarrollar la nueva visión
    3. Formar y alinear el equipo de líderes que tiene que construir el cambio
  • Transición. Consiste en mantener un conjunto de pequeños cambios continuos durante un tiempo prolongado, de tal manera que el cambio pase a ser la situación normal. Es importante disponer de un conjunto de iniciativas alineadas con los objetivos, y de la energía organizativa suficiente para mantener esas iniciativas en el tiempo, y superar los momentos de debilidad. El rol del líder es muy importante, para reforzar continuamente la visión. Es el tiempo de comunicar el “motivo del cambio”, de implementar el cambio en las personas, los procesos y los sistemas y de celebrar los pequeños éxitos a medida que se van consiguiendo.
  • Mantenimiento. Consiste en volver a anclar a la organización en el nuevo estado. Se trata de “quemar el puente” para evitar que nadie pueda tener la tentación de volver atrás. Hacer que los cambios se consoliden y matar rápidamente cualquier intento de volver a la situación inicial. Es el momento de la alineación de los objetivos personales con recompensas a los nuevos comportamientos. Es el tiempo de documentar los nuevos procesos, medir los beneficios que se están consiguiendo e institucionalizar el cambio como el nuevo “estado natural” de la organización.
En este proceso, la metodología del Cuadro de Mando Integral es de gran ayuda, porque nos permite convertir la estrategia en un conjunto integrado de objetivos que sean fáciles de entender y comunicar. Una vez entendidos, forman parte del día a día de los empleados y sirven para ayudarles a tomar la multitud de decisiones que su puesto de trabajo les requiere, garantizando que todos estén alineados. El Cuadro de Mando Integral no es un proyecto de indicadores, sino un proceso de transformación que permite a la organización ejecutar el cambio que necesita.
El cambio en el arte de encontrar el equilibrio entre liderazgo y gestión. El liderazgo mantiene la visión. La gestión proporciona el rigor y la disciplina necesarios para mantenerlo. Gestionar la estrategia es gestionar el cambio.


fuente: www.blogtrw.com/2012/03/el-sindrome-de-la-rana-hervida/

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